"De los problemas de cobro a la domesticación docente"

Hay problemas que provocan situaciones desgarradoras. Son intransferibles los relatos de docentes endeudadas, de compañeros angustiados, violentados ante el sinsentido de la falta de cobro. Lo que no puede menos que conmovernos e incitarnos a acompañar los reclamos. Ahora, si nuestros pronósticos no son errados, estamos ante una problemática que no va a tener solución en el corto plazo. Si esto es así, a las docentes y sus representantes sindicales se les presenta la necesidad de poner buena parte de sus esfuerzos individuales y colectivos en la organización, tramitación, sistematización, administración de cada una de las situaciones de inconvenientes o ausencia de cobro. Y estas situaciones y tareas infinitas e inaplazables son de algún modo lo que dificulta tener presencia fuerte y organizada en problemas también reales como el atraso salarial, infraestructura, maltratos en reconocimientos médicos, entre otros. Siempre es la coyuntura la que nos golpea y pide soluciones inmediatas. Sin dejar de atenderla, tendremos que ser capaces de multiplicarnos. Mientras tanto, 100 mil jóvenes y adultos en toda la Provincia pasaron de experiencias en Educación Secundaria y Educación de Adultos, a hacer su secundaria con el Plan FINES 2. Y 7000 docentes de 100 distritos de toda la provincia se incorporaron en esta oferta educativa. Y otros miles de docentes trabajan de tutores que reciben sueldos en mano de su directora/or bajo el Plan Mejoras. Y otras en Patios Abiertos y otras en las experiencias de los Cesaj y FINES 1, y otros en escuelas conveniadas, etc., etc., etc. Todas ofertas precarizadas, tercerizadas en general (es Nación quien pone el dinero), con formas contrato que generan inestabilidad laboral. El universo laboral se segmenta, combina diversas formas contractuales como las estatutarias (acto público, etc.), concursos, dedo o amiguismo… La aplicación de éstas políticas genera una mixtura de situaciones que son motivo de fragmentación y ruptura de lazos indentitarios de las/los trabajadoras/es. Y las condiciones de trabajo varían en relación a la precariedad de contratos y a la fragilidad del encuadre estatutario. A las/os trabajadoras/es del FINES 2 –por ejemplo- se les exige que no hagan paros y que no se enfermen. De lo que se trata es de evitar que se constituya un grupo homogéneo de trabajadoras, que comparta iguales condiciones e idénticos problemas. Se intenta cristalizar una masa fragmentada, con horarios diferentes, con salarios distintos, con condiciones de trabajo disímiles, etc., etc. Un colectivo sin puntos de contacto, diferenciado y disperso. De a poco, muy de a poco (más de dos décadas), voló la matrícula a ofertas privadas (un proceso inacabado) y volaron también muchos docentes que la atienden. De a poco, imperceptiblemente, vamos siendo parte de un universo de trabajadoras/es más viejas, estables, bajo estatuto, con mayores índices de sindicalización… De a poco, vamos quedando como el casco urbano de la ciudad de La Plata: la parte planificada, que se la comió el crecimiento poblacional ubicado desordenadamente en la periferia, cada vez más perdida y chiquita en un mar de situaciones que responden a otra lógica. De nosotras/os dependerá ponerle cabeza, tiempo también a estos temas y construir organización para dar batalla.