El sentido del paro nacional del 27 de junio para los trabajadores

El Gobierno busca deslegitimar el desarrollo de la primera huelga que se realizara contra el kirchnerismo acusándola, de que tiene un carácter “destituyente”. Por un lado, el Gobierno quiere negar la magnitud de la medida fuerza del próximo 27 de Junio, que canalizara la acción de la mayor cantidad de sectores laborales que expresaran su descontento a las políticas salariales y laborales gubernamentales. Por otro lado, se manifiesta el carácter patronal y empresarial del Gobierno que lejos esta de querer resolver los reclamos que manifiestan los trabajadores, imponiendo las políticas de ajustes a los que viven día a día de su laburo, en vez de ajustar a los que más tienen. Nada dicen, como se enriquecieron, con complicidad estatal o directamente garantizando sus propios negociados, obteniendo día a día sus ganancias gracias a los subsidios otorgados por el Estado sin ningún control, facilitando hace décadas las tercerización de empresas y las formas de contrato, precarizando nuestras vidas y destruyendo el medio ambiente donde vivimos.

Tampoco nos olvidamos que Hugo Moyano representa el sindicalismo empresarial que lejos esta de la democracia sindical que necesitamos. En el mismo lugar, están los sindicalistas alineados al gobierno, como los Gordos o la UOM de Caló. Además, todos estos sindicalistas se enriquecieron al amparo de las políticas del gobierno actual. En el caso de nuestro sector,  se presenta el abandono de los reclamos de los trabajadores que hace la lista Celeste, a través de la oficialista CTA de Yasky y la conducción de SUTEBA-CTERA de Baradel y Maldonado. 

Las acusaciones que realiza el Gobierno a través de sus analistas, intelectuales y periodistas, están lejos de la realidad. Sin ruborizarse mezclan el golpe parlamentario de la derecha paraguaya contra el presidente Lugo con una huelga de trabajadores en la Argentina como si todo fuera parte de un mismo proceso. En la historia de nuestro país, los trabajadores fueron los actores principales en la recuperación de los procesos democráticos y han utilizado la protesta y la huelga con fines democráticos siempre defendiendo sus reclamos como trabajadores, que actualmente son más que legítimos, porque constituyen reclamos para mejorar las condiciones de vida del conjunto de las mayorías.  Entre los reclamos se encuentra, poner en acento de que el salario de los trabajadores no es una ganancia, que no se impongan topes a las asignaciones familiares, ni techos a las discusiones salariales y que se reabran las paritarias. Además, denuncia la criminalización y la militarización de la protesta social defendiendo el derecho a huelga.
En ese sentido paramos con la mayoría de los trabajadores del país.

Colectivo de Trabajadores/as de la Educación – SUTEBA
25 de Junio del 2012