Te va a salir caro, Finocchiaro




Como todos los años, llega el inicio de clases y con él la renovada pelea de lxs trabajadores de la educación por salarios dignos, acordes al costo de vida. Esta vez, el Director general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Finocchiaro, ha cobrado visibilidad en virtud de las paritarias docentes y, desafortunadamente, ha tenido una serie de afirmaciones alarmantes.
Este funcionario del macrismo no es un improvisado, habiéndose acomodado como segundo de Esteban Bullrich, hace tiempo que es el encargado de esta tarea. Y no nos sorprende que utilice como maniobra la amenaza y la extorsión, como lo hizo hace pocos días al dar a entender que habría inicio de clases a cualquier costo. Entre esto y mucho más, tiene una serie de elementos bien pensados ya que para ganar en la disputa toma todo lo que tiene a mano.
En primer lugar, lo ya conocido: aferrarse a la dogmática idea de que lxs niñxs y jóvenes no pueden perder días de clases, cuestión que ya está instalada socialmente generando en el imaginario ideas de docentes “malos” -y encima “vagos”- y que siempre corre del eje no sólo la discusión de nuestros reclamos, sino también nuestro derecho a la protesta.
Luego, en un plano general, el plan pergeñado por Macri y Bullrich de bajar las paritarias nacionales y otorgarles esa tarea a las provincias, desligándose de la parte correspondiente a Nación (incentivo docente) En cuanto a la provincia, la miserable propuesta del 18% en cuatro cuotas, en principio unánimemente rechazada ya que dejaría un salario muy por debajo de la línea de pobreza.
Finalmente, las últimas declaraciones del funcionario en las que amenazó con que: “Vamos a usar todas las herramientas legales para garantizar que haya clases”. De inmediato, en el fondo de sus declaraciones, también surgen a flor de piel todos sus prejuicios, ya que, en definitiva si fuese por él los sindicatos docentes no existirían. Vayamos viendo detenidamente de qué se trata…

La eternidad y la burocracia
Estratégicamente, de lo primero que observa Finocchiaro como ventaja, es la debilidad de sus oponentes, fundamentalmente el del sindicato más grande de la provincia de Buenos Aires, Suteba. Enseguida mira a Baradel y a la Celeste y se regodea pensando en toda la tela para cortar que tiene. Pues quién estaría en desacuerdo con decir que el gremialista representa a un sindicalismo ya desprestigiado y burócrata. Veamos de qué viene la cosa…
Lorenzo Miguel, dirigente gremial metalúrgico, estuvo 51 años de licencia gremial, hasta que murió, de muerte natural, en el año 2002. Gran parte de esos años integró el secretariado nacional de la UOM, por lo que podríamos decir que su mandato y su licencia gremial fueron vitalicias. Cómo él, cientos de burócratas sindicales han logrado lo que muchos políticos suelen soñar, pero pocas veces lograr: la recontra-reelección.
Roberto “Robi” Baradel, todavía no llegó a superar el récord de Lorenzo Miguel, pero ya va por la mitad, lleva 26 años con licencia gremial. Él y la cúpula celeste parecen dispuestos a eternizarse y no es por nada que presentan sistemática e históricamente una política de colaboración con los gobiernos de turno.

El Siglo XXI que se parece al XIX
Finocchiaro afirma que habría que “distinguir mucho entre la dirigencia sindical y el docente de carne y hueso” (entrevista radial de Lanata). También, que detrás de la falta de acuerdo habría motivos extra “salariales o gremiales”, que serían “políticos”, para cerrar diciendo que “hay gremios que tienen afinidad con algunos sectores políticos” (Clarín, 15/02/17). Que se trata de un “modelo sindical que co-gobernó el sistema educativo durante los últimos 12 años, durante el kirchnerismo” (entrevista radial de Lanata).
Lo primero que se nos aparece es si con “carne y (sobretodo) hueso” intentará describir con la dieta de los $250 a la nos somete con su propuesta de aumento.
Pero demás está decir que lxs docentes hemos criticado la falta de autonomía de nuestro sindicato infinidad de veces. La lista Celeste ha estado orientada durante años por sectores no sólo del Kirchnerismo. Anteriormente también lo estuvo por sectores de la Alianza y del ARI. Lo que la describe es más bien una política de colaboración con los gobiernos de turno. Algo de ello podrá recordarse respecto al comienzo de clases de 2016 sin un solo día de conflicto.
Además, este intento de enajenar a dirigentes y docentes, que cuadra para nuestro amigo Robi, poco encaja para muchas otras situaciones. Existen muchos docentes que participan de la vida cotidiana de Suteba que no responden a la lógica de la conducción. Finocchiaro descuenta que en las escuelas no hay dirigentes. Venga a la plata entonces! Nos va a encontrar laburando como nuestrxs compañerxs.
Pero además, el funcionario entiende que “las escuelas son responsabilidad del Estado, y no delos gremios.” Los incomoda que lxs trabajadores tengamos cabeza propia, pensamiento crítico, que analicemos nuestro papel y el de la educación pública. Les molesta que asumamos lo que entienden que debe ser potestad del patrón. No se metan, hablen sólo de guita!
Decíamos que, si fuese por el director de escuelas, los sindicatos docentes no existirían. En ese sentido, el que atrasa es él. Nos piensa arcaicos a nosotrxs (en entrevista con Lanata afirma que tienen que capacitar a los docentes “para que puedan entender la lógica del siglo XXI”), pero el que sus conceptos son del siglo XIX. 

Pero hablemos de números…
Estar a un paso de la línea de la pobreza se explica solamente revisando el salario que percibimos hace décadas, representando la mitad de la canasta familiar. Y la lógica de precarización, pago en negro, y pauperización que han impulsado los gobiernos y el propio Baradel.
En ese marco, hay que observar el deterioro del salario básico, que decreció casi 12 puntos porcentuales desde 2012, respecto del salario inicial.
2012
2013
2014
2015
2016
Basico
1598,3
1812,8
2285,8
3300
4240,5
Inicial
2900
3604,64
5000
7283
9801,34
Porcentaje
55,1
50,3
45,7
45,3
43,3
Así, la composición de nuestro salario es cada vez más frágil, impactando fundamentalemnte en el achatamiento de la pirámide salarial, y en el deterioro los ingresos de lxs jubiladxs docentes.
 
Pero agregamos un último dato para el análisis.
Finocchiaro expresa que si bien es bajo el salario inicial ($9800), sólo lo cobrarían el 7% de lxs docentes. Es decir, que un cargo trabajarían pocos, y que se trata de “4 horas, pongamos además 1 o 2, si vos querés, que el docente trabaja en su casa planificando, preparando y corrigiendo” (entrevista radial de Lanata).
Lo que resulta interesante, además que tiene discurso con concesiones, es que naturaliza una jornada laboral (para el 73% del plantel docente) de entre 10 y 12 horas!! Evidentemente, cuando hablan de la escuela de calidad, estos datos no aparecen. Por eso, las maestras, profesoras, preceptores, y cada unx de lxs docentes bonaerenses, vamos a seguir pensando con cabeza propia, y nos vamos a meter en las evaluaciones, en la política educativa, y en la pedagogía. Porque la escuela pública es responsabilidad más nuestra que suya. Los gobiernos pasan, nosotros seguiremos resistiendo y peleando por la escuela pública..